El auge de los pinchazos altera la manera de vivir el ocio nocturno: "Existe un pánico general por lo que te puedan inyectar"

La clase política y el ocio nocturno se vuelcan contra los pinchazos en discotecas
La clase política y el ocio nocturno se vuelcan contra los pinchazos en discotecas
Europa Press
La clase política y el ocio nocturno se vuelcan contra los pinchazos en discotecas
En el festival de Llanes un mismo agresor pinchó a tres jóvenes. Identificado por ellas no se le encontró jeringuilla o aguja. En el Arenal Sound de Burriana ya van varias denuncias y acaba de empezar. A otra joven la pincharon en Ibiza hace tres semanas. Las jóvenes van siempre juntas y tienen un punto de encuentro por si les pasa algo. En Cambados esta noche han atendido a una joven supuestamente pinchada que espera resultados. La Policía Local niega el hecho y dice que hay histeria colectiva. Los casos se multiplican por los festivales, algunos son pura psicosis pero otros existen y se investigan como un nuevo fenómeno delictivo que crece, quizá, por pura imitación. Los expertos dudan de que se esté inoculando droga. Sería muy complicado hacerlo por un simple pinchazo. Además, las sustancias como el éxtasis líquido, que es viscoso y se hecha en las bebidas, sí podrían ser encontradas en las primeras horas. El problema es que los agresores deben saber que el simple pinchazo es un delito de lesiones que puede agravarse según la herida que cause y que puede transmitir infecciones como la hepatitis o el VIH.

La llegada de los pinchazos a territorio español está causando revuelo entre los jóvenes que disfrutan del ocio nocturno. Jóvenes de municipios en donde ya se han producido casos aseguran tener miedo y creen que retraerá a los jóvenes de salir por la noche, especialmente a las mujeres. 

A pesar de que este método lleva activo varios años en países como Reino Unido, en España se comenzaron a registrar denuncias a partir de los últimos San Fermines.

Cinco comunidades cuentan con denuncias al respecto y los casos continúan en aumento. Cataluña es la comunidad que más registra con un total de 23, seguida del País Vasco con una docena y Andalucía con ocho verificados hasta el momento.

El municipio gaditano de El Puerto de Santa María ha comunicado que, de las ocho notificaciones que se han producido en Andalucía, siete se han dado allí. Aunque ninguna de ellas ha conllevado el intento o consumación de otros delitos y en ninguna de las víctimas se ha podido comprobar la inyección de sustancias tóxicas, algunas jóvenes portuenses sienten miedo a la hora de salir de fiesta.

Mónica Barranco, residente del municipio, comenta a 20minutos que esta situación va a repercutir en el ocio nocturno, especialmente entre las  mujeres. "Existe un pánico general por lo que te pueden inyectar, cómo te lo inyectan y lo que eso pueda desencadenar", lamenta.

Esta conmoción es algo común entre algunas portuenses. Como comparte Cristina Hernández, también vecina de El Puerto, "se comenta bastante lo ocurrido entre las chicas", por lo que "es inevitable sentir miedo a que te pase a ti".

Además, tanto Hernández como Agustina Flores, también residente del municipio, confirman que han cambiado algunas formas de actuar a la hora de salir. "Me he llegado a plantear si salir de fiesta", reconoce Cristina. "Antes, muchas veces me volvía sola a casa andando y ahora ni me lo planteo", apunta Flores.

Ante este aumento de casos, ya son varias comunidades las que han decidido implementar un nuevo protocolo de actuación para proteger a las jóvenes.

Protocolo de actuación

Cataluña, Andalucía, Extremadura y la Comunidad Valenciana han activado protocolos de actuación debido al incremento de pinchazos. El País Vasco también está trabajando en una nueva forma de actuación.

Estas guías recomiendan llamar al 112, acudir a centros de salud en cuanto reciban un pinchazo para hacerse análisis toxicológicos y denunciar lo ocurrido. Una vez en dependencias sanitarias, los facultativos valorarán si es necesario además activar el protocolo de profilaxis posexposicion al VIH.

Por parte del Gobierno estatal, Pilar Llop, ministra de Justicia, ha animado a todas las mujeres que están sufriendo estos pinchazos a denunciarlo. Además, ha recalcado que el pinchazo en sí supone ya un delito de lesiones, "un hecho grave de violencia contra la mujer", porque se les está expulsando de espacios públicos.

"Necesitamos saber a qué se debe este fenómeno para combatirlo de forma eficaz", hace hincapié Llop, que ha reconocido la alarma entre las jóvenes.

Así, la ministra ha subrayado la importancia de que las víctimas acudan rápidamente a un centro médico para que se le pueda hacer un análisis y pongan denuncia, porque sin ella será "muy difícil" conocer el patrón que siguen los autores, su finalidad, y quedarán impunes.

El precedente europeo

A pesar de la alarma que está causando en España, este método no es nuevo; fue detectado hace varios meses en discotecas de países como Bélgica, Reino Unido, Francia o Irlanda.

Ante esta situación, incluso el Parlamento británico realizó un informe al respecto en el que se detallaba el crecimiento de casos alcanzados entre septiembre y enero de 2022: un total de 1.382.

Las investigaciones españolas indican que el procedimiento de actuación en el país es el mismo que a nivel europeo: pinchazos aleatorios en los que casi nunca se detectan sustancias tóxicas.

En cualquier caso, sí que se han producido casos en los que se han administrado sustancias como burundanga a través del pinchazo, lo que lleva a anular la conciencia de la víctima para cometer una agresión sexual. La mayoría de las víctimas habla de adormecimiento de las extremidades tras percatarse de un pinchazo en el brazo o en el muslo. Asimismo, algunas denunciantes manifiestan mareos y malestar general.

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